Cómo hacer un fondo de emergencia y dónde guardarlo
El fondo de emergencia es una herramienta cada vez más popular entre las familias. Conocido también como ‘colchón financiero’, está diseñado para hacer frente a gastos imprevistos, sin que ese desembolso tenga un impacto significativo en la salud financiera. Crearlo aporta seguridad y tranquilidad, pero hay que saber cómo calcularlo y mantenerlo.
Un coche averiado, una lavadora que ha dejado de funcionar, la caldera que se avería o una visita al dentista. En el día a día de cualquier familia surgen imprevistos que pueden poner en jaque sus finanzas.
Sin embargo, el 37% de los hogares españoles no tenía capacidad para afrontar gastos imprevistos en 2023, un porcentaje 1,5 puntos superior al de 2022 y el más elevado desde 2018 (35,9%), según la Encuesta de Condiciones de Vida, publicada por el INE. Y, en el caso de México, solo dos de cada diez adultos podrían afrontar el pago de un imprevisto cuyo importe sea equivalente a un mes de ingresos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de las Finanzas de los Hogares realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
¿Qué es un presupuesto familiar y por qué es importante elaborar uno?
De igual forma que cualquier empresa, pyme o autónomo necesita tener las cuentas claras si desea ser sostenible económicamente, la gestión del presupuesto familiar tiene como objetivo mejorar la organización del dinero y el control de ingresos y gastos. De esta forma, cada familia tendrá la foto exacta de cuánto tiene, cuánto puede gastar y en qué e incluso cuánto puede dedicar al ahorro. De esta forma, tendremos bajo control la salud financiera del hogar.
Por suerte, existe una herramienta que permite mitigar el impacto de estos gastos inesperados sobre el equilibrio económico de un hogar: el fondo de emergencia. Este colchón para imprevistos también sirve de ayuda en el caso de que se produzca una reducción de los ingresos familiares como consecuencia de una enfermedad o pérdida de empleo, por ejemplo.